Entrevista: José Sacristán

Publicada en Revista Godot el 5 de septiembre de 2014

“las costas y los paisajes urbanos han sido masacrados a base de hormigón”

Nadie como él para interpretar al loco de los balcones, un profesor de historia del arte obsesionado por salvar y preservar unas balconadas coloniales únicas. De la mano de Vargas Llosa y dirigido por Gustavo Tambascio.

José Sacristán

Es lo que tiene hacer las entrevistas en agosto. Llamamos a Sacristán y, al descolgar el teléfono, comparte con nosotros su placer estival: “estamos en un paraje acojonante, en Llanes, las montañas por un lado, el mar por otro… hostia, qué lugar este, macho, está todo tan verde, no como en esa Castilla nuestra de secano…” Y así es como, rojos de envidia (sana), empezamos a hablar de su nuevo desembarco en el Teatro Español. El primero fue para hacer un Quijote, y en este caso… pues casi también, porque su personaje, ese loco de los balcones que protagoniza la obra de Mario Vargas Llosa, también es muy quijotesco…

 …¿no es así?

Efectivamente, va de iluminados esto, de gente que no se para a considerar qué riesgos puede correr con tal de llevar a cabo lo que piensan que es su misión o su obligación. Es un texto muy hermoso y es motivo de celebración, porque desde que hicimos Pantaleón y las visitadoras, siempre nos habíamos prometido Mario y yo volver a trabajar juntos y por fin ha podido ser.

¿Hace mucho de aquello?

Pues en el año 75 del siglo pasado, nada menos, y fue el propio Mario Vargas Llosa el que dirigió la adaptación al cine de su novela. La rodamos con Caty Jurado, fue una gran producción… y desde entonces hemos esperado este segundo encuentro.

Yo te iba a preguntar por tu relación con la obra de Vargas Llosa como lector… 

Pues tuve la suerte de que aquel fue un rodaje largo y yo leía a Mario mientras convivía con él, así que fue un privilegio. Además, él me orientó a la hora de acercarme también a otros escritores como Carlos Fuentes, Rulfo, Octavio Paz… Fue una relación formidable y leía Conversación en la catedral, por ejemplo, mientras trabajaba con él.

¿Conocías esta obra, El loco de los balcones

No, había leído La chunga y La señorita de Tacna, pero de esta no tenía noticia, fíjate.

¿Cuáles fueron tus primeras impresiones tras leerla?

Me gustó porque tiene una propuesta de partida muy interesante: todo ocurre en la cabeza de un tipo, un florentino que llegó al Perú y ahora recuerda todos sus años en este país. Y sobre todo lo que tiene de apuesta quijotesca, del tipo que con tal de llevar adelante su trabajo, le importa poco incluso dejarse en el camino la felicidad de su propia hija. Y al margen de las bondades del texto, el espectáculo, desde el punto de vista de la dirección, visualmente va a ser muy atractivo.

Sobre el papel, la obra requiere un aparato escenográfico importante, al menos los balcones deben estar, ¿no? 

Están sugeridos. Hay una propuesta de montaje muy interesante, ya lo veréis. Prefiero no desvelar nada y que el espectador lo disfrute en el teatro.

¿Te ha dado Vargas Llosa algún apunte sobre el personaje? Lo digo porque está basado en alguien que realmente existió y él conoció… 

Sí, lo conoció perfectamente y nos ha hablado mucho del tipo, pero Mario realmente sobre la vida de este hombre ha fabulado y lo que a mí me sirve como actor es lo que Mario propone en el texto, no lo que pudo ser o dejar de ser este hombre. Bueno es conocerlo, pero a mí me basta y me sobra con lo que el autor propone a través de su obra.