Full damas nueves

Creo que es ahora cuando te contaré mi vida… JO-DER… mi gran bautismo griego… pero tú tranquila, tú sigue así, tú a lo tuyo… la hostia… todo ha empezado con un puto póquer de nueves… cuando de pronto un día te pasa todo aquello que nunca pasa y que nunca va a pasar, hay que contarlo, ¿no?… un póquer de nueves, como lo oyes… aburrirnos o sorprendernos… buenísimo… debería disecarte y colgarte en una pared o enmarcarte y colgarte en un museo o hacer una réplica y ponerte en la plaza… en la plaza de Syntagma por ejemplo, en el puto meollo ateniense… estaba eufórico, hermana, no me lo podía creer… casi como ahora… estaba eufórico, pero por dentro… traté de disimular… ca-go-en-la-pu-ta, tía… pues me cayó de mano la pareja de nueves, que no es tan raro… lo raro es que después de eso caigan los otros dos nueves en el flop… acojonante… yo siempre he pensado que el nueve es un buen número para mí, que me da suerte… todo por una línea de bus urbano de Madrid, que a ti eso te queda muy lejos, lo sé… ¿aquí hay una línea nueve de bus? …creo que aquí me da más suerte el nueve… en Madrid me he jugado muchas veces los nueves y siempre me han acabado dando por el culo… alguna trucha… poco más… dios mío, hermana, deberían estudiarte en las universidades… urge la exégesis de tu arte… un póquer de nueves de mano prácticamente… fantástico… yo estaba en la ciega grande y todo el mundo se estaba tirando antes del flop, vamos que aquello no pintaba tan bien ni de coña… al final nos quedamos la ciega pequeña y yo y, tras ver las tres cartas del flop, el tipo va y mete mil doscientos pavos y, claro, yo le respondí inmediatamente envidándome… el cabrón llevaba dos damas y con otra dama que había en la mesa había pinchado la tripona con la que pensaba ganarme, pero cuando vio mis dos nueves se quiso morir… normal… yo ahora mismo podría morirme, pero mientras voy donde coño haya que ir cuando te mueres, quiero que vengas conmigo y sigas ahí, donde mismo estás ahora… tu puta madre, tía… ¡dios! …no sabes cómo me miró el griego… bueno, todos aquellos griegos gordos y barbudos me miraron como si me fueran a trocear y repartir mis cachos sobre una parrilla para comerme después… qué hijos de puta… ¿todos los putos griegos son así? ¿no, verdad? …gordos como morsas, llenos de pelos… pero su lengua les salva, porque a mí me gusta… a la gente le gusta el francés, pero a mí me gusta el griego… y más tras esta puta noche de locos… que me metí en el bolsillo tres mil pavos de un plumazo, cuando estaba a punto de retirarme con el rabo entre las piernas, humillado y con los bolsillos vacíos… oh, eres la hostia puta… podía haber ganado antes mucho más, ¿sabes? …pero casi siempre juego al póquer como un puto cobarde y sé que nunca llegaré a nada así, pero me puede mi ser pusilánime… fui un imbécil, tía, porque estaba para color máximo con diamantes y me eché atrás… pero qué cojones, gané tres mil pavos y decidí largarme de aquel puto antro de griegos gordos… la puta madre de los griegos… dios, hermana… ¡eres una puta máquina, jo-der! …me largué, sí, me largué… sensatez, joder, sensatez… Atenas de noche me recuerda a Madrid de noche, en serio… o será que hace tiempo que me enamoré de esta ciudad de mierda, de su caos y de su lengua… y de la tuya, mi amor… ¿sabes que yo volví a Grecia buscando a Penélope? …pues sí, pero como yo no soy el puto Ulises, a mí Penélope no me esperó, ni mucho menos mantuvo a cero su portería, la muy… sigue así, sigue así… había que echarle un par de huevos también, ¿eh? …que salir de allí con tres mil pavos, en Omonia, que es una zona como muy… ya sabes, ¿no? …pero a mí me gusta Omonia, coño, aunque parezca inseguro… pero, ¿quién me asegura que un puto gordo griego no hace una llamada y me asaltan en algún callejón de Metaxourgio? …pero me la sudaba, que quieres que te diga… además, no tenía el coche lejos… y lo más sensato era largarse antes de que me comieran de postre bañado en tzatziki… uno de los griegos que estaba jugando tenía siempre al lado de las fichas un bol con tzatziki y otro con langostinos pelados… y no paraba de comer el cabrón… y… oh… joder… y cuando se le acababa… jo-der, tía… cuando se le acababan los langostinos, le traían más… estábamos en una especie de almacén y al fondo había cuatro puertas que dios sabe qué cojones habría detrás… y un calor… al salir a la calle respiré hondo… qué ganas… toda la camisa pegada… por eso me recuerda Atenas a Madrid, ¿no? …el mismo puto calor en agosto… calor ardiente que te seca hasta el páncreas… y el murmullo nocturno, que no pasa ni dios por la calle, ni un puto coche, pero el murmullo está ahí y a la mínima te susurra un quédate, un muérete, un jódete… ¿qué me podía pasar? …nadie tiene por qué saber que llevo tres mil pavos encima, seguro que no soy el único, seguro que más de uno llevará incluso más… y la gente de la partida no iba a hacerme nada, ¿sabes? …este es un juego de lealtades, porque tarde o temprano todos acaban volviendo a las mesas… yo hace dos meses que me vine a vivir aquí y no tardé ni dos días en buscar partidas, buenas partidas, no partidas de mierda con jugadorcitos de mierda que montan partiditas de mierda en sus casitas de mierda con todo eso que venden los chinos ahora que el póquer está de moda… yo quería partidas donde las fichas estuvieran bien usadas, joder, bien manoseadas… el póquer es una de las cosas, junto con los negocios ilegales, más globalizadas… ¿por qué será? …pero esta ha sido mi primera noche victoriosa, realmente… de hecho, siempre he acabado perdiendo algo, nada preocupante, pero perdiendo, cojones, perdiendo… pero anoche… anoche gané tres mil pavos y ahora estoy en la puta gloria contigo… quién iba a imaginarlo… lo primero que hice cuando llegué a Atenas hace dos meses fue alquilar un coche, pero no un coche cualquiera… yo sólo quería un coche, porque era el coche con el que tenía que buscar a Penélope… un Smart descapotable gris y negro… sí, hermana, sí… un puto Smart descapotable… en ese coche no te sientas, en ese coche te encajas, como en los monoplazas… ese puto coche se conduce tumbado, no sentado, es la hostia… automático, por supuesto… y no veas cómo rugía anoche el motor… tan pequeño y tanta furia… nada malo me podía pasar por las calles de Atenas con mi Smart y con tres mil pavos en el bolsillo… al contrario… oh… oh… Zeus, Zeus, Zeus, ven a ver esto… esto sí que es el puto olimpo, me cago en Zeus… ¿por qué un Smart, no? …un Smart descapotable… con uno igual descubrí Atenas… y Tebas, y Corinto, y Epidauro, y todo el puto Peloponeso, y Salamina, y Delfos, y el Parnaso… así que no podía vivir en Atenas sin un puto Smart, joder… pero Penélope no aparece por ningún lado… y no pienso ir a Ítaca… si esto no es Ítaca, que le den por culo… o no… no sé… en el fondo… ¡hos-tia! …hermanita, eres cañera como nadie… te lo digo yo… todavía antes de coger el coche me senté en una terraza que vi abierta, con dos cojones… tenía hambre, coño, tenía hambre… me comí dos souvlakis con unas patatas fritas guarrísimas… llevaba horas bebiendo, y el gin tonic a mí siempre me abre el apetito… lo que pasa es que jugando al póquer el alcohol no sube, tía… si no mira a los putos gordos griegos que no paraban de beber güisqui y ouzo… y como si nada… qué cabrones… pues estaba sentado con mis souvlakis y no reparé en que estaba frente a un puticlub hasta pasados diez minutos por lo menos… miré al frente y me dije, coño, eso es un puticlub… y volví a la comida… qué, ¿piensas que me metí allí después de cenar, no? …pues sí, pues sí… pues claro, cojones, con tres mil pavos en el bolsillo, ¿cómo no contemplar la posibilidad de un puticlub? …nada, algo rápido… así que cuando acabé con los souvlakis y con las patatas guarras fritas, me pedí un frapé en vaso de plástico y allá que dirigí mis pasos, como diría un cursi… ahí ahí ahí, sí, compañera, así, así… joder… no veas qué antro… nada más entrar… bueno, entre la primera puerta y la segunda, me encuentro un letrero, tía, un letrero con una frase en griego, claro… no nos toques los huevos: relájate y deja que lo hagamos nosotras… yo no he estado en muchos puticlús, pero te juro que en mi vida me he encontrado una gilipollez así… el caso es que aquello era el típico garito rojinegro, abundante en claroscuros, sabes, ¿no? …una barra a la derecha, unas mesas al centro, una puerta a la izquierda y, al frente, un escenario tan pequeño que sólo cabía un tío sentado tocando una de esas guitarras griegas… cómo se llama… bueno, no sé, da igual, tú a lo tuyo… ¿por qué estos sitios, siendo tan decadentes, resultan tan atractivos? …me cago en la puta reina, colega, eres máxima… las tías, las putas, vamos, dejaban bastante que desear… no había mucha gente… al fondo de la barra un corrillo de cinco tipos… había uno de perfil que me sonaba su cara, te lo juro… y el caso es que me sonaba por algo, que luego me dijeron que era un futbolista famoso, el Karagounis, el del Panathinaikos… que luego desapareció, porque al lado de mí había dos chavales hablando sin parar, que uno le daba todo el rato en el pecho al otro con el dorso de la mano, como cargando de intenciones todo lo que decía… y estando los dos chavales ahí, que para mí que iban de coca hasta el culo, entró un tío por la puerta y en cuanto los vio salió como un tiro hacia ellos y cogió a uno del brazo y le dijo: vamos… y el chaval le dijo que ni de coña, que lo dejara en paz… y el pavo, que era su padre, empezó a decirle al otro que no quería verlo más con su hijo, que su hijo no le quería ni él tampoco, que iba de héroe por la vida y era un pringao… y el hijo… ¡ah, joder, no te rías! …el hijo otra vez que me dejes en paz, que te pires y tal… y el padre, eres un mierda, estoy hasta los cojones, a ver si te largas con tu madre de una vez… pero vamos, que el chaval debía tener veinte años por lo menos y más pelo en los huevos que yo… ¡que no te rías, coño! …que no sé qué pintaba esa historia de padres e hijos en un puticlub de Omonia, tía… pero el caso es que se montó un poco de jaleo y el Karagounis se esfumó… que todavía lo estoy flipando, porque mira que esta gente gana dinero… y venirse a un puticlub de tercera… el caso es que le pregunté al camarero… ¿pero éste viene mucho? ¿es muy putero? …fílos, dijo el camarero, todo lacónico… sí, sí, amigo… pero amigo putero… me cago en la orden, hermana, me cago en san vito corleone… joder… tremendo… el tío de la guitarra griega había dejado de tocar con todo el follón del padre y el hijo y se vino a la barra… en seguida se le acercaron dos putas bastante feas y le dieron un par de besos en los morros cada una… luego se largaron, pero una se volvió y me miró… era la hostia de fea la tía y yo me hice el sueco… o el español… aunque igual un español se follaba cualquier cosa… pero la tía vino, me puso las manos en las rodillas y me miró como diciendo no vas a hacer gasto o qué… sólo dije no, gracias, y se largó… y el tipo de la guitarra griega vino hasta dónde yo estaba y se sentó y levantó una mano y, mientras el camarero le echaba un chupito de ouzo, así, a palo seco, ¿sabes? …sin agua ni nada… pues me dijo que era fea como Satanás, pero que movía el coño como la mismísima Atenea… luego sonrió y yo hice lo mismo, por educación… me tendió la mano… me llamo Manolis… ¿Manolis? …mira que me gustan los nombres griegos, son todos como estar en la Odisea de una lado para otro, que si tal, que si cual… a mí estas cosas griegas me gustan mucho, qué quieres que le haga, soy así de panhelénico… que si Melantio, que si Euriclea… que ya sé que la gente ya no se llama así, que en España tampoco se llama la gente Sancho el Grande o Torcuato… sí, en serio, en España hubo gente que se llamó Torcuato… suena medio griego y todo… el guitarrista se llamaba Manolis y me preguntó que de dónde era… ¿tanto se nota que no soy griego? …sí, contestó Manolis con su estilo parco y risueño, el mismo con el que tocaba la guitarra esa que suena como gomas mal tensadas… tengo muy mal oído para la música de todas formas… el caso es que empezamos a charlar, esto y lo otro, y como me había llamado la atención al entrar pues me gustó su compañía… y como se iba me dijo que lo acompañara, que iba a un bar de Monastiraki a encontrarse con unos amigos, que los españoles y los griegos nos llevamos muy bien, que estamos condenados al vagón de cola y no sé qué otras chorradas más… que a mí me la suda todo eso de Europa y que yo estoy en Grecia por cuestiones emocionales, que no es fácil explicarlo, le dije… y… ah… ¿cómo haces eso? …joder… y que me fui con él, que salimos del puticlub y el tío me puso la mano en la espalda que me mosqueó un poco y todo, ¿sabes? …¿quién no te dice que era gay el pavo y me quería llevar al huerto? …que dicen que la comen bien los tíos, ¿eh? …pero qué quieres que te diga… yo le dije que tenía el coche allí cerca, que lo llevaba, que no vivo lejos y dejo el coche en el garaje y vamos andando… y… ¡ca-go-en-la-vir-gen-pu-ta! …mira, me voy a callar un rato…

 

Dios… eres una maravilla… una puta maravilla… ¿sabes que el tío, el guitarrista, me llevó a una pastelería? …como te lo cuento… no me puedo callar, tía, y la culpa es de la puta pastelería, que uno de cada tres botes de azúcar glas no era azúcar, era farlopa… qué cabrones… farlopa sí, yeyo… y yo que estoy en un momento de mi vida que soy incapaz de decir que no a nada… así me fue… yeyo, sí, yeyo… me gusta, suena sudaca… se me quedó de la peli aquella de Al Pacino, que era un cubano mafioso más chulo que su puta madre… ¿quieres un tiro? …venga, tú sigue, que ahora pongo uno para cada uno… Atenas es tántrica, tía, parece siempre a punto de desbordarse, pero como que lo hace hacia dentro, hacia sí misma… Atenas se alimenta de sí misma… está ahí derramada como un yogur entre montículos llenos de piedras viejas que todo el mundo venera… que uno piensa, pobre Partenón, apenas unas columnas levantadas… y no, ¿eh? …el puto Partenón está ahí diciéndonos mortales de mierda que sudáis conmigo desde hace dos mil años y pico, hasta los dioses se han muerto y yo sigo aquí, joderos… el puto Partenón es el único dios… me pasó una cosa… para, para un momento, toma… dale ahí… ahí, ahí… se te ha quedado un poco en el bigote… eso es… dale, dale, que ahora va a mejorar esto que te cagas… pues me pasó una cosa… de la pastelería, que vamos, aquello era el típico local con doble fondo… de allí nos fuimos andando a casa de un tipo, no me digas, yo ya me dejé ir con la corriente… pero el pavo vive en un ático en frente de la Akrópolis, flipa, en Dionysiou Aeropagitou, al lado de la embajada española, por cierto… pues yo no sé si era el pedo que llevaba o qué, pero salí a la terraza del tipo y en la inmensidad oscura me topé con el Partenón iluminado, como flotando en el cielo, como la luna, tía… igual… la hostia… y yo es que lo vi completo, te lo juro, lo vi entero, coño… qué paranoia… el caso es que se lió la cosa y la peña decidió moverse hacia el Pireo, porque allí, a última hora, hay movimiento… bueno, en el Pireo hay movimiento siempre, su puta madre… qué locura… y yo a estas alturas, prácticamente de gorra toda la puta noche, que lo mismo me había gastado cincuenta pavos en total y, coño, que llevaba un pastizal en el bolsillo y no veía el momento de ponerme a despilfarrar… que luego pensé que más me hubiera valido cogerme a una puta del antro aquel y llevármela un rato al hotel Aristóteles, que está allí mismo… me encanta ese hotel, es viejo y feo, pero entrañable… por las noches hay un anciano en la recepción que le dice a todo el mundo sweet dreams, que debe ser lo único que sabe decir el hombre… y esos ascensores, ¿conoces el hotel Aristóteles? …los ascensores son la hostia, diminutos, de dos puertas forradas en rojo y espejos… ¿notas que estoy de subidón o qué? …cago en la puta… dónde estabas tú escondida, cojones… total, que me amontoné en un Lancia con otros cuatro tíos y nos fuimos al Pireo… que casi nos matamos, ¿sabes? …que es que no se puede ir a ciento diez por las calles de Atenas sacándose mocos… no nos ahostiamos de milagro, pero bueno… primero fuimos a un garito que estaba cerrado, pero llamaron a golpes en la persiana metálica… sin cortarse un pelo… y no abría nadie… y luego dos tipos se pusieron a hablar por el móvil, uno a gritos, ¿eh? …esto es el puto Mediterráneo, coño… pero vamos, que no abrieron… y dando tumbos media hora, que si vamos aquí, que si vamos allá… y acabamos en una especie de cibercafé lleno de moros delante de los muelles, en Akti Kondyli con Dervenakion… que uno de los tipos con los que íbamos conocía al dueño o no sé qué y que no cierra en toda la noche y que detrás de una cortina tiene el hombre un arsenal de alcohol que ni Al Capone… yo me lié a beber gin tonic en vaso de plástico y al rato me olvidé de aquella gente… el guitarrista había desaparecido no sé ni cuándo, en realidad no conocía de nada a todos aquellos tíos y me senté en un ordenador y me metí en un chat de sexo… estaba hasta los cojones, jodido porque no hacía más que pensar que me tenía que haber follado a una de esas putas feas que tan bien mueven el coño, según Manolis… claro, siempre según Manolis, que a saber qué otros coños ha probado el tío… yo estaba… entre el alcohol y el perico… más bruto que la puta madre que parió… joder… pues como ahora, tía… pero si lo llego a saber… pues nada, que sí, que me metí en un chat de sexo que a veces me meto a altas horas, cuando estoy en mi casa y no puedo dormir, que es muy habitual… tengo insomnio, tía, te lo juro… aunque si vivieras cerca de mi casa, te digo yo que lo superaba rápidamente, y tanto… los días son una mierda que se repiten iguales como magdalenas de bizcocho… de esas aquí no hay, ¿eh? …y me aburro, me aburro mucho, y luego por la noche, que es cuando mejor se está, pues no tengo ganas de irme a dormir, y duermo poco, y al día siguiente estoy hecho una asquerosidad, y la gente piensa que soy raro, pero yo no soy raro, sólo es que me aburro, me aburre todo, tía… pronto me aburrí de los tipos esos y me metí a chatear, pero es que a la media hora estaba hasta los cojones de decir hola qué tal a las pavas que se meten ahí no sé para qué… que luego resulta que la mayoría son guarras de estas que hacen show a través de web cam y te dicen que les mandes un mensaje al móvil o que llames no sé dónde… bah, una mierda como la catedral de Santiago… perdón, una mierda como el templo de Apolo… cada vez que te ríes noto los dientes ahí… que no sé si me duele o me mola… pues no te lo pierdas, que lo que me tenía preparado el chat no me lo hubiera imaginado ni en mis fantasías más locas… a punto de largarme de la web aquella, me contesta una tía, una tal Elis… y así, sin más preámbulo, me dice que cuánto me mide la polla… y yo me quedo así… de momento pensando que al menos iba a hablar con alguna, aunque luego, como siempre ocurre, todo quede en un calentón cibernético… y le digo que me mide diecisiete centímetros, ¿sí o no? …tú qué dices… bueno, pues la pava me dice que si estoy de coña y yo, que no, que no, que va en serio, diecisiete, diecisiete… ¿qué vas a hacer con mi rabo? …le pregunté pero antes de que contestara empecé a decirle guarradas a cuál más burra… y la tía al final me dice que si quedamos, que están ella y su amiga cachondas como perras y que me quieren follar… y yo me río, claro, porque no me creo nada, porque me imagino a una señora metiéndose los dedos mientras imagina cómo se me folla, no a mí, sino a mis diecisiete centímetros… y le digo, pero lo mismo no te gusto… y me dice que le da igual, que si lo de los diecisiete centímetros es verdad, con eso les basta… y yo que empiezo a ponerme brutísimo y ya le digo, pero dónde quedamos… y flipa… me dicen que están en un barco, que van a fondear al amanecer en Platys Gialos, en Sifnos… y yo que no tengo ni puta idea de qué coño están hablando, me levanto del ordenador y le pregunto al tipo del ciber que dónde está Sifnos… al lado de Mikonos… ¿una isla? …sí, efectivamente, una isla… ¿cuánto se tarda en llegar? …unas dos horas en ferry rápido… vuelvo al ordenador y les digo que estaré en esa playa tres horas más tarde… así, te lo juro, total, tenía mis tres mil pavos… ¿por qué no? …¿dónde puedo comprar el pasaje? …ahí enfrente, me dijo el del ciber sin mirarme siquiera… salí a la calle, crucé el asfalto casi sin mirar, iba un poco cegado, sólo pensaba en dos pavas salidísimas que me iba a follar en un barco… la noche me deparaba por fin una aventura con pedigrí, cojones, de las que se pueden contar toda la puta vida, aunque no te crean… y total, pensé, si llegaba a la isla esa y las tías me habían tomado el pelo, pues mira, me hubiera quedado a pasar el día por allí, tomando un poco el sol, dándome un baño… no sé… pero no, no me tomaron el pelo… justo dos horas después, tras hacer paradas breves en Kythnos y en Sérifos, llegamos a Sifnos… no tenía ni puta idea de cómo llegar a la playa de Platys Gialos, no sabía ni si la isla era muy grande o qué… pregunté en el pequeño puerto donde desembarqué, pregunté cómo podía llegar hasta allí y alguien me recomendó que alquilara una moto, una scooter, que quedaba como a media hora, que me darían un plano de la isla donde las motos… y eso hice… estaba amaneciendo y fue todo un espectáculo toparme con el sol naciente tras ganar un giro, porque Sifnos no es una isla ni montañosa ni escarpada, pero joder… tenía que pasar de un lado a otro, de oeste a este y de norte a sur… y algo había que subir para volver a bajar… la playa es verdaderamente un pequeño paraíso escondido… la carretera que llega hacia ella baja haciendo herraduras y en cada curva no podía evitar pararme y contemplar los barcos fondeados… ¿cuál será? …por fin llegué abajo y esperé sentado en la moto, sin llegar a pisar la arena… en ese momento me dije, soy imbécil… sí, soy imbécil… cómo cojones iba yo ahora a reconocer a dos pavas que… cierto que a esas horas la playa estaba casi vacía… y los diez o quince barcos que había anclados a unos cincuenta metros de la orilla permanecían inmóviles sobre aquel brazo de mar sereno… era un espectáculo, ¿eh? …ya sólo por estar disfrutando de ese sitio y de ese amanecer me valía la pena el viaje este repentino… pero no dejaba de pensar en dos tías tremendas que iban a salir del mar como dos sirenas y me iban a arrastrar con ellas a su mundo de lujuria y desenfreno… qué hijas de puta… no te lo vas a creer… aparecieron las dos mendas, pero eran dos putas crías… dos niñas, coño, que tenían dieciocho y diecisiete… que estaban como quesos de Burgos… o bueno, como el mejor feta que te puedas imaginar, vamos, estaban buenas no, lo siguiente… joder… pero era como, ¿y ahora? ¿me las follo o qué? …esto no está bien… supe que eran ellas porque efectivamente de pronto aparecieron dos chicas sobre la cubierta de un barco y mirando hacia la playa… era la hora convenida… saltaron al agua, sin más, y nadaron hasta la orilla… como si llevaran toda la puta vida haciendo lo mismo cada mañana… yo estaba sentado en la arena, me había quitado los zapatos y los pantalones… ¿te puedes creer que mientras la una dijo hola y avanzó hacia mí para darme un beso en la mejilla, la otra metió la mano entre su amiga y yo y me agarró la polla? …¡hostia! …lo dije en español, pero con un puntito de mala leche… esta gente joven es que ha perdido las formas, copón… ¿esto son diecisiete centímetros? …yo no me podía creer lo que estaba viendo y oyendo… un golpe de lucidez me hizo dar un paso atrás, levantar las dos manos y pedir tiempo muerto… a ver, chicas, les dije… sois muy jóvenes, me puedo meter en un lío tremendo… además, ¿qué coño hacéis vosotras dos en un barco? …no preguntes tanto, tío, y déjate llevar, me dijo una… ¿no estarán vuestros padres ahí en el barco durmiendo? …y la otra que no, erre que erre, mano al paquete… claro, yo no soy de piedra, joder… o sí… me estaban poniendo el rabo como roca dura, coño… tanto tocarme… pero yo tenía un debate moral importante en mi cabeza… claro que sin darme cuenta, de pronto le estaba comiendo la boca a una y manoseándole el culo a la otra que a su vez me estaba comiendo la oreja… joder, si es que me acuerdo ahora y… ¿lo notas o qué? …fue brutal, qué quieres que te diga, la carne joven es la carne joven, que cuando uno tiene dieciocho no lo valora, pero ahora, cercanos los cuarenta… me cago en diez… oye, oye, un momento, dije… me aparté… ¡y ellas venían hacia mí! …estaban desatadas, como en celo, yo qué sé… y yo no sé cuánto más podría aguantar el envite moral… estaba a punto de echarme a perder… entonces dije, así como si fuera la idea más brillante de la historia: ¿tenéis condones? …porque yo no tengo condones, y encima no querréis que lo hagamos a pelo… no sabía cómo coño salir de allí, había algo que me decía que me tenía que ir, que aquello tenía trampa, que me iba a buscar la ruina… que una era menor de edad… pero ya no sólo eso… no me lo podía creer, después de la puta noche ateniense, después de ganar tres mil pavos con un póquer de nueves… y ahora esta puta pareja de damas… está dura, ¿eh? …dale, dale, dale cerda, dale… ¡hostia! …no me las follé, como te lo cuento, no me las follé… y creo que nunca jamás en mi vida volveré a verme en una situación parecida… lo siento, dije… y no veas que mosqueo se agarraron las niñas, joder… las muy putas… encima… se fueron hacia el mar maldiciéndome… y yo me quedé mirándolas, quieto y con cara de idiota probablemente… viendo como el mar se tragaba la fantasía… y pensando… me he retirado de una mesa de póquer estando en racha… he declinado la puta posibilidad de hacer un trío con dos jamelgas de dieciocho tacos… por dios, qué me está pasando… ¿qué mierda tengo aquí dentro, coño? ¿soy libre o no soy libre? …déjame recrearme un momento en silencio… dios… menos mal que lo torcido se está enderezando… gracias a ti… cuando volví a montar en la moto no tenía ni puta idea de hacia dónde dirigirme… cogí la carretera y cuando me parecía cambiaba de dirección… no me fijaba en nada, sólo era un pensamiento… soy idiota, soy idiota, soy idiota… soy un puto samaritano… soy un pureta de mierda… soy un cobarde, soy gilipollas, soy subnormal profundo, soy soy soy soy… y así hasta que vi a lo lejos un pueblo sobre una colina y allá que dirigí el manillar… Kastro… me quedaría a vivir aquí, en Kastro… ¿es mejor Kastro o Apollonía? …no sé… es la isla en sí misma, ¿no? …joder, estoy llegando, hermana… estoy ahí… esta puta isla… isla de conciencia, de crudeza, de proezas, de prudencia, de apariencias, de inconsciencia… es la sobredosis que hoy me faltaba… me moriría ahora mismo sudando la dicha de tenerte ahí abajo, me cago en dios… oyendo el rumor del Egeo… sudando el exceso entre moscas y balidos lejanos… todo lo que diga es perfectamente prescindible… este sitio es la puta hostia… no hay más… y tú eres una puta diosa, joder… llegué a Kastro a eso de las nueve de la mañana… aparqué la moto ahí abajo, donde acaba el asfalto… al lado de un bar muy cool donde me senté y donde me vi en un momento rodeado de gente rubia que hablaba en inglés y alemán… me pedí un frapé y un yogur con frutas… no hay mejor desayuno en el mundo… a la mierda los ingleses y los americanos con sus huevos revueltos y su bacon y su puta manía de atiborrarse de grasa a las ocho de la mañana… me he pasado dos horas sentado mirando hacia el mar… en la pequeña ermita que hay por allá abajo, por detrás del pueblo, se estaba celebrando una boda… la novia llegó en una barca, junto a su padre… el novio la esperaba al pie de una escalinata, desde donde le tendió la mano para ayudarla a bajar de la barca… se les veía muy felices… luego, pasadas las dos horas, eché a andar sin saber a dónde ir… el pueblo se acaba pronto, ya sabes… en una de estas divisé un toldo de caña y una pizarra colgada en una pared… parecía un bar… y era un bar, el bar de Kostas… no sabes cómo flipé con Kostas y con ese bar… ¿de dónde coño ha salido ese tío? …¡es auténtico, joder! …y su bar, con todas las paredes consagradas a la revolución cubana… ¡a la revolución cubana en una isla que está a tomar por culo de Cuba! …gigante… y lo mejor de todo, que no habla ni una puta palabra de español, que todo lo más lo que tiene escrito allí, en la pared, bajo una foto del Che: viva buena Cuba… y afuera, en el porche, apoyada sobre una pared y con una rodilla en alto, con un vestido azul largo y el pelo recogido como la misma Atenea… como la misma Atenea, sí, no te rías… la hostia… allí estabas tú… aburrirnos o sorprendernos, qué bueno… qué bueno, tía, qué bueno… creo que estoy a punto… sí, sí… estoy a punto… ¡JO-DER! …yo salía del interior del bar… ufff… cuando llegué no estabas… mientras sorbía con la pajita mi frapé, miré y me encontré tus ojos… hola… hola… qué tal, ¿eres de aquí? …no lo sé, respondiste… ¿quién sabe de dónde es? …yo soy español, te dije… y tú: no me cuentes tu vida… sólo tenemos dos caminos: aburrirnos o sorprendernos… aburrirnos o sorprendernos… oh, dios, hermana… eres la puta hostia… eres la puta jefa… ah… me voy… me voy… ¡me voy! …¡DIOS! …¡TU PUTA MADRE! …joder… joder… es la mejor felación que me han hecho en mi puta vida, hermana…

 

Playa de Faros. Isla de Sifnos. Grecia

Playa de Faros. Isla de Sifnos. Grecia