DADOS

Programa de mano para los Teatros del Canal, publicado en julio de 2018

 

“Los monstruos son los patrones de nuestras imperfecciones

y nos permiten contemplar la posibilidad de fallar y seguir adelante”

Guillermo del Toro

X es un adolescente que trabaja en una tienda de cómics y juegos de rol. Cuando llega la noche y echa el cierre, se instala en un rincón de la tienda y graba un podcast de forma anónima. Ni siquiera el dueño de la tienda sabe que lo hace. Nadie sabe quién es X.

¡Muy buenas noches, amigos y amigas de “Llámalo X”, vuestro podcast predilecto sobre los juegos de mesa en general y de rol en particular! Con motivo de la descarga número 100 y de los primeros 20 suscriptores, hoy voy a proponeros algo muy especial: una partida de rol en vivo…

                                                                                                                                                “Here we are now, entertain us” Smell like teen spirit. Nirvana

Una noche, después de cerrar, X se dispone a grabar su podcast cuando de pronto aparece un tipo más mayor que necesita comprar un regalo para su novia, casi como una cuestión de vida o muerte. El tipo se hace llamar Y. A medida que avanza la conversación, X e Y comprueban que tienen más en común de lo que parece, hasta el punto de que terminan jugando una partida de rol que será crucial para ambos.

Dados es la obra que cierra la Trilogía Veloz, trilogía teatral especialmente pensada para adolescentes como parte de la iniciativa de la compañía Ventrículo Veloz, fundada por el actor Cristóbal Suárez y la productora Verónica Pérez. Para escribir y dirigir las tres obras llamaron al dramaturgo canario José Padilla. La primera pieza, Papel, abordaba el bullying, y ya ha superado las 100 funciones. Luego, con Por la boca, tocaron la cuestión de los trastornos de alimentación.

“A mis 42 años”, reconoce Padilla, “hace tiempo que dejé atrás la adolescencia y esto suponía para mí un gran reto. Me puse como meta algo que, humildemente, creo que fue un gran acierto: desempolvarme de cualquier rasgo de condescendencia, mirar a los adolescentes sin pensar que la forma que ellos tienen de comunicarse es inferior a la mía. La cuestión era no juzgar esas formas de comunicarse, solo usarlas como dramaturgo. Por supuesto, también he atendido a mi adolescente interior. Todo aquello que me decían en aquellos años que yo no podía hacer, ha sido un motor. Me decían que lo que a mí me gustaba no era válido, no era cultura. No solo me decían que no era cultura, sino que era incultura. Bueno, a lo mejor aquella gente estaba equivocada”.

Pero Dados no es solo la historia de un adolescente. No es solo una historia, con sus sorprendentes toques de comedia, sobre las dificultades de ser adolescente. Es, además, un reflejo de lo difícil que es ser adolescente y trans, de lo jodido que es ser trans en esta sociedad de biempensantes creadores de monstruos. “El monstruo está en la mirada del que observa, no en el monstruo en sí. Esto es así desde que el hombre es hombre”, dice José Padilla.

En las vidas trans “hay que entrar con una cautela extrema”, asegura Padilla, “porque es un colectivo que ha sufrido y sufre un estigma terrorífico y es muy fácil meter la pata. A medida que iba investigando me di cuenta de los muchos prejuicios que tenía al respecto, de lo ignorante que era y que sigo siendo. Pero lo poco que sé ahora me ha iluminado, porque es una realidad cotidiana, convivimos con ella y la hemos observado y tratado muy poco. La vida me ha puesto aquí ahora para observarla y tratarla y lo mejor que podía hacer era poner lo mejor de mí para no reproducir esas mismas pautas”.

-       José, una pregunta: ¿cómo das con esos dos personajes y con esa situación?

-       Antes que nada, teníamos claro que queríamos abordar la identidad de género. En mi móvil voy apuntando cosas que veo, que se me ocurren, cualquier disparate. Yo no soy un gran jugador de rol, pero tengo amigos que juegan. De hecho, uno de mis amigos de la infancia monta partidas en una tienda de cómics de Tenerife. Cuando me encontré esa cita en una de las últimas ediciones del juego de Dragones y Mazmorras lo vi claro.

“Tampoco tienes por qué sentirte combinado por

concepciones binarias en lo que al sexo y al género respecta.

Sin ir más lejos, al dios de los elfos Corellon Larethian

se le representa a menudo de forma andrógina,

y muchos elfos del multiverso han sido creados a su imagen y semejanza.”

Parte del reglamento de Dragones & Mazmorras, el Juego de Rol

Hay quien tiene que ocultarse para ser realmente quien es. A pesar de esa máxima que dice que “ser es ser percibido”, hay quien se siente realizado cuando nadie le ve, porque exponer su verdadero ser comporta dolor y miedo. “El hecho de saber para qué actores escribo me inspira”, cuenta Padilla. “Al principio no sabía que relación tenían estos dos personajes, me dejé llevar y se descubrieron solos a mitad de proceso. X es aquí el héroe. Pero procuro siempre darle al héroe algo más prosaico, no convertirlo en un dechado de virtudes, porque me caería mal. De los prejuicios no se libra nadie y X es un tipo lleno de prejuicios”.

 

X.- Porque a ti también te gustará, ¿verdad? Yoda, digo.

Y.- Yoda es el puto jefe. 

X.- ¿Ves? Súper original.

Y.- ¿Podrías explicarme eso?

X.- ¡Claro! Yoda, el maestro Jedi. Se las sabe todas. ¿No?

Y.- Sí.

X.- Sabe más el Jedi por viejo que por Jedi.

Y.- ¿Me estás diciendo que yo…?

X.- Muy de… niño bien en plena crisis de la mediana edad.

“A Y le siguen gustando las mismas cosas que cuando era adolescente. La vida le ha llevado donde está, pero no ha renunciado a la persona que era, en absoluto; es más, le aporta. No estoy de acuerdo con eso de que ‘aquello que yo fui era fruto de la inmadurez’. Y ha filtrado y ha sumado a lo que le gustaba cuando tenía la edad de X, gustos nuevos y diversos. Y se fija en El Bosco. El Bosco le interpela y eso te dice de alguna manera cómo es el personaje”.

El personaje de X representa también un grito de rabia y de dolor por la falta de empatía. “Hay que evitar seguir perdiendo gente, tenemos que poner lo mejor de nosotros para que esto pare”, reclama Padilla.

 

X.- Que todos esos animales se pongan en la piel de uno y vean lo que es ir cada día a clase, ir al supermercado, pasar entre cuchicheos, hacer algo tan simple como ir al baño en un sitio público, irte a comprar una jodida camiseta, y no poder sin que se burlen de ti, y aguantarte las ganas de mear aunque revientes por no pasar la humillación.

“Fue muy iluminador”, recuerda Padilla, “cuando vino a la sala de ensayos África Pastor, de la Fundación Daniela (fundación que trabaja para dar a conocer la realidad de los niños y adolescentes transexuales y transgénero). También tuve como referente el libro Transexualidades. Otras miradas posibles, de Miquel Missé. Es un libro fabuloso que recomiendo, porque a mí me abrió mucho la cabeza. Y finalmente, tengo que agradecer la ayuda absolutamente generosa de la actriz, directora y dramaturga Abril Zamora”.

Con todo este cúmulo de emociones e informaciones,José Padilla, una vez escrito el texto, quiso aplicar todo lo hallado a la dirección de la pieza. “Me encargué, sobre todo, de dirigir la comedia que es Dados, porque es una comedia y no hay que tener miedo a hacerlo y a decirlo. La historia en tono de comedia urbana de un chaval de hoy al que le gustan los cómics y los juegos de rol no tiene por qué ser una tragedia en cuanto entra en juego el tema trans. Eso forma parte también del estigma, y el estigma hay que derribarlo”, sentencia Padilla.

“¿Puedes verme? ¿Todo lo que soy? Probablemente no. Nadie lo ha hecho hasta ahora.”

Jeffrey Eugenides. Middlesex