Crítica: En el estanque dorado

Publicada en Time Out Madrid el 21 de agosto de 2015
Vista en el Teatro Bellas Artes
Autor: Ernest Thompson
Dirección: Magüi Mira
Intérpretes: Héctor Alterio, Lola Herrera, Luz Valdenebro, Camilo Rodríguez y Adrián Lamana

Probablemente estamos ante el montaje más redondo como directora de Magüi Mira. A priori no parecía difícil, tratándose de un texto de calidad contrastada estrenado en más de 40 países, que gasta un humor inteligente combinado con ese tipo de ternura que te hace olvidar la incomodidad de una butaca en el teatro. Y encima contando con una pareja protagonista tan bien concebida sobre el papel y tan bien ejecutada sobre el escenario con dos pesos pesados de la interpretación. El hecho de que Lola Herrera y Héctor Alterio jamás hubieran trabajado juntos antes da una idea de su profesionalidad y de su talento, porque lo que despliegan en escena da pie a pensar que sí, que llevan casados toda la vida y siguen tan enamorados como el primer día.

Asistir a las bromas macabras de Norman (Alterio) sobre la muerte que le ronda y a la vitalidad risueña con que Etel (Herrera) las desarma es todo un espectáculo en sí mismo y una buena fuente de carcajadas. Dos octogenarios buscándose como adolescentes. Dos ancianos que le hacen un monumento al amor. Claro que esto no quiere decir que lo hayan hecho todo bien en la vida. Y junto al lago, un verano más, descubriremos que la inteligencia de Norman no le ha servido para desarrollar una relación emocionalmente saludable con su única hija, Chelsea (estupenda Luz Valdenebro, que se las tiene que ver con ese personaje, su padre, que se ha metido en el bolsillo al público desde el minuto uno). De la risa a la lágrima y viceversa, la obra se erige finalmente como un canto a la vida y a la aceptación del otro y a la revisión de unas convicciones que, por muy arraigadas que estén, han de tener la oportunidad de “actualizarse”. Nunca es tarde…

En el estanque dorado